domingo, 30 de diciembre de 2012

Un nuevo camino

Historia de una ida y un regreso

Bueno, como novedad, he cerrado el Facebook por diferentes motivos, pero el más importante de ellos no es tanto su naturaleza, como la obsesión que había creado en mí. Así que nada, muerto el perro, adiós a la rabia. Puede parecer una solución radical, pero precisamente de eso se trata, En fin, esta entrada no es para completar lo malo e imperialista que es el Facebook, sino para hablar del castillo de mi pueblo.

O bueno, mejor dicho, de lo que queda de él. Ni siquiera es mi pueblo, es el pueblo de al lado.

El castillo de Collado está situado en el alto homónimo, en cuya falda está el pueblo de Escobedo. Es una construcción del siglo VIII que probablemente perduró hasta el siglo XII, y se le relaciona con la reordenación del territorio en los albores de la Monarquía astur. Los últimos trabajos corresponden a los años 2000 y 2001, trabajos de excavación y “puesta en valor”. Puesta en valor por decir algo, porque da verdadero asquito como está todo. Quizá por su inaccesibilidad, rodeado a día de hoy por gigantescos eucaliptos, quizá porque al político de turno sólo le interesaba hacerse la fotito de turno y punto.

En fin, no os molesto más. Os dejo las fotos que he hecho esta misma tarde y juzgáis vosotros mismos.
        










La última foto es del pueblo de Escobedo, Ayuntamiento de Camargo, desde la perspectiva del monte del Collado.

jueves, 6 de diciembre de 2012

¡Que vienen las suecas!



La indoeuropeización no debe tomarse a guasa. Tras siglos y siglos de interacción entre bajitos morenos con pelo rizado, en el declive de un régimen caduco y sin embargo discutido y enfrentado por muy pocos (anda mira, como ahora), llegaron las suecas con sus bikinis, luciendo sus cuerpos arios. Probablemente, es lo más parecido a una indoeuropeización que conoció la península ibérica. O cualquier territorio. Pero, ¿Qué es eso de la indoeuropeización?

Cuando ves Conan el Bárbaro, estás viendo escitas. Pero cuando ves cualquier peli de serie B que pretende imitar a Conan, estás viendo a los indoeuropeos. Un día, un filologo del siglo XV, se dio cuenta de que muchas lenguas de Europa no romances tenían cosas en común. Dios, claro. Digamos que, aunque la sinapsis de aquellos debía de funcionar tan bien como la nuestra, no había demasiada imaginación en lo relacionado a cualquier campo de conocimiento. Nótese que no he dicho conocimiento científico. Da como cosica, ¿No?

Pero eso de Dios era muy carca y, tras un largo camino, llegamos al siglo XIX. Podríamos, en fin, resumirlo en lo siguiente: si todas las lenguas europeas se parecen, igual que algunas lenguas de la India, todas ellas debieron originarse en una única lengua, una lengua que se desgajó en varias: esta lengua sería el protoindoeuropeo: el primer europeo, precediendo a la Unión Europea, como quien no quiere la cosa. Ahora, ¿Quién hablaría esa lengua? Pues los protoindoeuropeos, un pueblo que desde lejos habrían traído estas lenguas (pues había lenguas que no encajaban en el modelo europeo, como el vasco, el finlandés, y en general muchos arcaísmos e indigenismos varios -tiburón, por cierto, entre ellos-). ¿Como eran físicamente? El siglo XIX fue la época de Wagner, de la incipiente arqueología, de los pueblos primigenios. En definitiva, en taparrabos y oyendo a los Manowar. Galopando. Rompiéndolo todo.

Todo esto, en fin, está olvidado. Los indoeuropeos no existieron. Todo ello son movidas decimonónicas, atrasadas. Y, aún con todo, quedan interrogantes, si no existió una lengua protoindoeuropea (ya que, técnicamente, no está atestiguada), ¿por qué parecen todas entroncarse? Tiembla, paradigma, tiembla.

No soy un lingüista, ni muchísimo menos. De hecho, lo que digo a continuación probablemente sea una tontería, o ya haya sido propuesto por algún especialista; o ambas.

¿Y si dejamos de pensar de forma unidireccional? Las comunidades políticas humanas no son unidades aisladas, más bien al contrario están en continuo contacto. Son momentos muy determinados de la Historia donde la frontera tiene el mismo significado que a día de hoy; la frontera estatal en la actualidad, quizá el limes en periodos concretos del Imperio romano, las fronteras entre pueblos, valles, regiones y comarcas durante el (largo) Feudalismo... Pero durante los periodos que corresponden al Palelolítico, Neolítico y la Edad de Bronce (que no es poco, en términos humanos), la interacción entre comunidades humanas era continua. Kristiansen ya advierte que en el mundo escandinavo de la Protohistoria se comparte la misma escritura, pero tan pronto aparece el feudalismo ésta adquiere unos tintes ultralocalistas.

En fin, si la gente se mueve, ¿Por qué no su lengua? Hace un tiempo, Renfrew y otro británico propuso que la lengua celta fuera una lengua franca en la cornisa atlántica. Me encanta esta idea, y veo que cada vez hay más datos que lo atestiguan (ésto es como para tratarlo aparte). Interacción, e intercomunicación. Tenemos conocimiento de varias lenguas francas y su funcionamiento; lenguas que se transforman, se adaptan, en función de las necesidades de la intercomunicación. ¿De verdad pensáis que el oestron de Tolkien, la lengua común, era un “apaño” para que sus personajes se entendieran?

No estoy proponiendo un panorama buenista para el estudio de las sociedades humanas. Ya Homero diferenciaba las lenguas de hombres (posiblemente pelasgo) de las lenguas de dioses (griego, por cierto). Creo que la Historia es opresión, dominación, violación y extorsión, donde sólo con mucho sudor, esfuerzo, sangre y fracasos se han ido consiguiendo victorias (sí, qué demonios, llamemos victorias a lo que realmente lo son). Pero la variedad de grupos, el continuo enfrentamiento soterrado, obliga a las partes a ceder.

Acá va la propuesta, en fin, definida.

¿Y si la lengua protoindoeuropea fuera una lengua vehicular entre diferentes comunidades humanas, una tan grande que llegó a extenderse hasta la India?

Una curiosidad, para pensar: todo el área de lenguas indoeuropea fue, durante un periodo que podríamos enmarcar entre el 8.000 y el 1.000 a.C., en diferentes momentos según que zonas, muy aproximadamente, fuente de recursos materiales para sociedades del Mediterráneo oriental. Da que pensar.


PD: Bueno, y esto es una foto de una indoeuropea. Que seguro que habéis entrado por ella, PILLINES!